Los conocimientos tecnológicos y la digitalización son cruciales para promocionar cualquier negocio en Internet. Los portales digitales, como los sitios web y los blogs, ayudan a aumentar tus clientes y a dar a conocer tu presencia en el mercado online. Cuando se hacen bien, te conectan con tu público y les transmiten eficazmente el mensaje de tu marca.
Para conseguir una presencia digital cohesionada y convincente, hay que contratar a un desarrollador y diseñador web cualificado. Muchos confundirán el diseño web con el desarrollo web, pero son procesos distintos que conectan cada uno con una parte diferente de tu negocio.
Un diseñador web crea el estilo visual de tu sitio web y da forma al diseño en el que vivirá tu contenido. Traduce tu marca en un aspecto atractivo que funciona bien en forma digital.
Aunque los diseñadores web no son necesariamente codificadores, es una buena idea contratar a un diseñador que entienda lo que implica la codificación. Esto les ayudará a crear un diseño que pueda cobrar vida de forma eficaz.
Un desarrollador web es alguien que materializa la visión del diseñador web para su proyecto. Si el diseñador web es el arquitecto, el desarrollador web es el contratista que construye tu casa según los planos del arquitecto.
Es imprescindible contratar a un desarrollador web que esté al día de las últimas tecnologías y las mejores prácticas. Querrás asegurarte de que son codificadores expertos que también comprenden la importancia de una buena experiencia de usuario. Sobre todo, tienen que ser capaces de traducir con éxito el diseño web en un sitio funcional.
Si comparamos el valor económico de un desarrollador web y de un diseñador web, el desarrollador web saldrá ganando. Estudiar el desarrollo web es más complicado que el diseño web. Por ello, hay más diseñadores web en el mercado que desarrolladores web.
Por término medio, un desarrollador web gana unos 78.000 dólares al año, mientras que un diseñador web gana nada menos que 58.000 dólares. La diferencia en sus ingresos pone de manifiesto la diferencia en su demanda en el mercado. Aunque hay menos desarrolladores web que diseñadores, ambos son igualmente esenciales para que tu sitio web funcione.
Hasta ahora, hemos definido el desarrollo web y el diseño web y hemos mencionado su valor económico. Ahora, avancemos y descubramos qué características contribuyen al éxito de ambas profesiones.
Si algo va mal o el desarrollador web no comprende sus diseños como se supone que debe hacerlo, el diseñador web debe ser capaz de rectificar la situación. La comunicación es imprescindible entre todos los miembros del equipo y el cliente para desarrollar y diseñar un sitio web que pueda convertir clientes potenciales en clientes.
En conclusión, la característica que tienen en común los mejores diseñadores y desarrolladores es que ambos dependen en gran medida de una buena comunicación y colaboración. También es útil que un diseñador web sepa un par de cosas sobre codificación, y un desarrollador web debe tener una vena artística para dar vida a la visión del diseñador.
El diseño web y el desarrollo web tienen muchas diferencias, pero son las dos caras de la misma moneda. El primero se ocupa más de la parte de planificación de todo el proceso, y el segundo es un poco pragmático en su funcionamiento. Además, los desarrolladores web están más solicitados por el nivel de dificultad de su trabajo, lo que hace que los empresarios no puedan contratarlos por pequeñas sumas de dinero.
Sin embargo, aunque las personas de ambas profesiones utilizan diferentes habilidades y herramientas para hacer su trabajo, a ambas les apasiona ayudarte a alcanzar tu objetivo de tener un sitio web increíble y próspero.
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